lunes, 17 de diciembre de 2012

profesor o enseñante

Últimamente estoy coincidiendo más con antiguos compañeros, que son profesores de kungfu, esto me lleva a filosofar más de la cuenta. Uno de ellos me confesó que se sentía tonto, que cada vez sus alumnos prograsabanmás rápido, va a llegar un momento en que me ganen, dijo. Yo intento prepararme yo para poder enseñarles, los dirijo lo mejor que sé, intento mostrarles el camino para que aunque yo no pueda llegar ellos sí.
Yo le pregunté si realmente se preparaba todo lo que podía, me contestó que sí. Le pregunté si sus alumnos le seguían y alcanzaban los objetivos que él había marcado, me contestó que sí. Le dije: "cielo por fin eres un profesor y no un enseñante"

Cada generación debe enriquecer el conocimiento y eso solo sucede pasando a la generación anterior. Tu valía como profesor no la da lo que tú puedes hacer, sino lo que son capaces de hacer tus alumnos cuando tú no estás.
El otro día hablando con otro profe de kung fu, comentábamos que contra más tiempo lleva uno practicando, peor le salen las cosas, es frustrante. Él decía que como sabemos hasta donde podemos llegar y como hay que hacer las cosas, somos también más conscientes de nuestros propios fallos y de si estamos implicándonos del todo o solo lo hacemos ver. Está claro que todos los días no estamos al 100% y a veces física y emocionalmente no llegamos, el problema está en que nos acostumbramos. En esta cultura europea no se valora el esfuerzo y nos volvemos cobardes, preferimos no intentarlo a intentarlo y fracasar. Confundimos el ser suaves con uno mismo, con ser débiles e indulgentes, nos tenemos que animar a invertir en pérdidas.

Una cáida, un fallo no es un error si se sigue intentando, es un paso necesario hacia la solución